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“¡Rompan filas!” (Barrera de ordenación)”

La quinta y última barrera creativa en la búsqueda de la creatividad por vía de exploración – recordemos las anteriores barreras: vía única, compactación, protagonismo y limitación – y que supone una auténtica limitación en el hallazgo de nuevos enfoques es la barrera de ordenación. Esta barrera establece que el orden de los procesos nos ciega en exceso. Un imán invisible nos atrae a promover iniciativas empresariales bajo un mismo patrón común en relación al orden tradicionalmente constituido.

 

En líneas generales el servicio de restauración sigue un proceso estándar: nos reciben en el establecimiento, nos ofrecen una mesa, nos entregan la carta, elegimos el menú, esperamos a que nos lo preparen, lo saboreamos, pagamos y volvemos a la calle. ¿Así ocurre en el 99,9% de los locales que ofrecen comida? O tal vez en más. Una mano invisible ha ordenado este proceso desde tiempo inmemorial y lo hemos asumido como inmutable.

 

Pero ¿es posible alterar ese orden y pensar en nuevas relaciones con el cliente en donde por ejemplo un restaurante no requiera carta, se pague por anticipado, no se coma en el local, el camarero no se comporte como un camarero al uso, gran parte o todo lo que vamos a degustar lo preparamos nosotros, etc. etc.? Estoy convencido que surgen nuevas iniciativas aunque en muchos casos puedan sustraerse en su definición al modelo de restaurante actual. ¡Qué importa! Tal vez estemos navegando en un nuevo océano azul de oportunidades.

 

El crowdfounding, por ejemplo, es un modelo llamativo de alteración de la barrera de ordenación frente al tradicional modelo de financiación que se venía procurando hasta la fecha.

 

Resulta esencial establecer con claridad los principales hitos que componen ordenadamente nuestro sector en relación al encuentro con nuestro cliente y preguntarnos si podemos modificarlo, bien alterando su orden, bien eliminando fases, bien incorporando fases nuevas, etc.

 

También resulta esencial dividir el proceso en dos tipos de espacios que yo simplifico con el nombre de “Aguas”: “Aguas arriba”, para identificar con claridad ¿qué ve? ¿qué hace? ¿cómo lo hace? nuestro cliente y “Aguas Abajo” para identificar ¿qué siente? y ¿qué desea? Seccionar la estructura, la mole del proceso, en estos niveles ofrece cauces de diferenciación llamativos para construir soluciones únicas.

 

¿Quieres saber más? “Metodología Creativa Empresarial:                           Creative Washing Program”: