El sector inmobiliario cambiará radicalmente con la inteligencia artificial (i.a. – no quiero poner mayúsculas endiosándola aun más) tal y como lo conocemos hasta desaparecer.
Digámoslo claro, desde el proceso de elaboración de planos con un concienzudo estudio geológico hasta las campañas de marketing para la venta de los propios inmuebles, pasando por el estilo arquitectónico más atractivo, la detección, compra y negociación de terrenos, la contratación de empresas constructoras o suministradoras, la reducción de los tiempos de construcción, la implementación de los recursos para alcanzar la ecoeficiencia, la generación de permisos administrativos, la concesión de una hipoteca, la liquidación de impuestos, el diseño de interior de cada una de las viviendas, la dotación mobiliaria,… todo podrá ser concebido integralmente por la ia sin necesitar del factor humano.
¿Qué le quedará al sector inmobiliario?
Sin incluir el trámite de notarias y registros de la propiedad, que se defenderán con uñas y dientes de la espada de Damocles que también les amenaza, el papeleo humano todavía será necesario. Pero a excepción de las relaciones con este paradisiaco privilegio atemporal –que puede ser perfecta y necesariamente fagocitado por la i.a. – solo le quedará al sector inmobiliario el capital creativo disponible – anteponer la creatividad a la innovación -, en el sentido de jugar en el nivel diferenciador que se le atraganta a una máquina inteligente.
¿Y cuál es este mal trago? Aquello que sea capaz de concebir el sector inmobiliario en relación a los impulsores creativos (observar, cuestionar, no copiar, romper y conectar) y la superación de las barreras creativas (identificar nuevas finalidades, establecer los imposibles a alcanzar, acceder a diferentes beneficiarios, alterar los procesos establecidos y potenciar individualmente recursos fuera de la ecuación tradicional).
Un par de ejemplos: ¿podrá la i.a. alcanzar la idea de un modelo de vivienda inteligente y «virtual» centrada en proyectar la capacitación profesional de los hijos hasta alcanzar su cénit profesional u eliminar las hipotecas facilitando su pago a través de un modelo de obtención de ingresos mediante comisiones en la gestión de todos los recursos que se precisan para vivir a lo largo de los siguientes 30 años (alimentación, telefonía, ropa, ocio, suministros, etc.) negociándolos con miles de usuarios más para obtener descuentos?
El método te lo explico en mi libro “Metodología Diseño de Ideación Dinámica” (De venta en Amazon)