Mihaly Csikszentmihalyi a finales del siglo XX llevó a cabo un interesante estudio sobre las personas altamente creativas – Universidad de Chicago entre 1990-1995. 91 individuos excepcionales. Personas que han modificado significativamente un campo importante de la sociedad (ciencias, artes, negocios, administración del Estado…), de edades superiores a los 60 años. «Creatividad. El fluir y la psicología del descubrimiento y la invención.” Mihaly Csikszentmihalyi, Paidós. 5ª impresión. 2012 -. De la investigación podemos extraer que las personas creativas “muestran tendencias de pensamiento y actuación que en la mayoría de las personas no se dan juntas. Contienen extremos contradictorios: en vez de ser individuos, cada uno de ellos es una multitud. Lo mismo que el color blanco incluye todos los matices del espectro lumínico, ellos tienden a reunir el abanico entero de las posibilidades humanas dentro de sí mismos». De este modo los creativos manifiestan una gran pasión por el trabajo y a la vez objetividad por el mismo, son muy vivos y a la vez ingenuos, tienen gran imaginación y fantasía y a la vez gran sentido de la realidad, y, entre otros aspectos, son tradicionales y conservadores y a la vez rebeldes e iconoclastas.
¿Y nosotros? por lo general, ¿no tendemos a identificarnos con estereotipos preestablecidos en nuestro estilo y maneras de ver la vida? ¿No tendemos a buscar permanentemente un equilibrio que garantice emocionalmente una estabilidad, una seguridad? ¿Ampliamos ese estilo personal a nuestras empresas? E íntimamente ligado a estas actitudes de salida nuestro modelo del mundo se focaliza de tal modo que nuestra propia percepción puede impedirnos ver la riqueza del cambio. Así nos resulta complicado distinguir la frontera entre la información que llega del exterior y nuestros modelos ya establecidos. Todo se licúa en un líquido transparente y sin apenas matices. La percepción de la realidad se produce al unísono, concluyendo en una experiencia unificada.
De este modo, cuando fruto de nuestra sólida estructura quedamos atrapados inadvertidamente en nuestras propias interpretaciones, nos volvemos inflexibles y menos capacitados para solventar los problemas inmediatos. Para garantizar la seguridad de nuestro modelo sumamos a nuestro plan personas con los mismos estereotipos que nosotros, entrecruzando modelos de vida muy semejantes. Cuanto menos es difícil encontrar elementos novedosos en un ecosistema estructurado de ese modo.
Hay cierta mitología – continuando con el estudio de Mihaly Csikszentmihalyi – en relación a la historia personal y a las características individuales de los creativos. No es un rasgo común un brillante expediente académico, una predisposición natural en su campo, un interés por parte de los progenitores o la disposición de un tiempo concreto destinado para ejercitar específicamente la creatividad. Y sí son rasgos comunes, entre otros, de los que podemos tomar buena nota, el control casi absoluto de su tiempo – lo que podemos identificar como hora productiva -, la tendencia permanente a la curiosidad, el acceso a la información, el hecho de evitar continuamente distracciones, una fuerte motivación interna así como, entre otros aspectos, un gran dominio del campo o técnica en el que se mueven.
(Del libro METODOLOGÍA CREATIVA EMPRESARIAL, CREATIVE WASHING PROGRAM©. Ángel Matas Martín. Pistas teóricas y prácticas para alcanzar la creatividad por vía de exploración. ICB Editores. Mayo 2017.)