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«Campanadas navideñas con un toque creativo”

         Concluido el año solemos hacer balance de aquellas metas que sabemos son la esencia de nuestro crecimiento personal o profesional. El criterio es sencillo ¿estamos lejos o cerca de conseguirlas? Mi experiencia me dice que un porcentaje muy pequeño de personas, y mucho menos de empresas, incluye el análisis de la creatividad en la reflexión anual. Seguramente esta ausencia en nuestro proyecto vital no depende tanto de la desidia como de la incapacidad de establecer una meta concreta a conquistar en esta habilidad personal, y, no lo olvidemos, empresarial.

         Las metas, siguiendo la metodología Lean de “lo que no puedes medir no puedes controlar y lo que no puedes controlar no puedes mejorar”, han de estar soportadas en indicadores que nos permitan identificar nuestras conquistas. Surge aquí el principal problema: ¿qué indicadores sustentan nuestra creatividad? Y consecuentemente, ¿cómo podemos medir lo que no hemos fijado previamente como valor tangible y analizable?

         Me gustaría proponeros diez indicadores a analizar como parte de la conquista a la que debemos aspirar para incrementar el crecimiento de la habilidad creativa. El simple hecho de tenerlos en mente nos permite concretar muchas de las acciones que llevamos a cabo en nuestra vida aportando valor creativo pero que no establecemos coherentemente en nuestra senda de proyección creativa. Por otro lado, la simple planificación conlleva poner en marcha medidas para conquistar cada uno de los indicadores y, en definitiva, prestar mucho más atención a nuestra interacción con lo que nos rodea.

1-Número de preguntas iniciadas por “¿Y si…?” que soy capaz de llevar a cabo a lo largo de un día.

2-Número de acciones empáticas que diariamente buscan colocarte en la piel de las otras personas o clientes.

3-Número de conclusiones originales obtenidas mensualmente que responden a una observación atenta y detallada relacionada en planos como – solo a título indicativo – los clientes, los hábitos de conducta, las tendencias o los procesos que empleamos.

4-Número de asociaciones dispares (conexión elementos altamente diferenciadores) que llevamos a cabo y que concluyen en ideas o soluciones originales (no hace falta que sean comerciales) de cualquier tipo mensualmente.

5-Número de propuestas imaginativas – aunque rayen el absurdo – mensuales que dan respuestas originales a problemas o necesidades concretas con las que puedes encontrarte.

6-Número de pautas identificadas al semestre no reconocidas previamente que muestran conductas o comportamientos de las personas o de nuestros clientes.

7-Número de libros leídos o experiencias vividas semestralmente alejadas de nuestras tendencias y apetencias naturales.

8-Número de redes en las que participamos anualmente alejadas de nuestra capacitación o titulación profesional.

9-Número de experimentos o prototipos desarrollados anualmente que han dado respuesta de manera original a problemas relacionados con nuestra actividad profesional, aficiones o inquietudes.

10-Número de juegos desarrollados anualmente para generar un escenario que permita la formación de soluciones originales en diferentes planos. 

         No sé si llegarás tarde este año para comprobar si estás en una línea creativa ascendente teniendo siempre presente unos indicadores medibles pero desde luego estarías dando unos pasos muy sólidos si te tomas este compromiso en serio y lo incluyes en la definición de los retos a alcanzar en un próximo y exitoso 2019.

         ¡Feliz navidad creativa!

Foto: <a href=»https://www.freepik.es/fotos-vectores-gratis/navidad»>Vector de Navidad creado por freepik – www.freepik.es</a>