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Alcanzar el reto

Concluimos con esta píldora la última referencia a los sistemas LEAN que durante estos últimos meses nos ha acercado a descubrir cómo su implementación en la empresa genera un entorno ideal para introducir, desarrollar y aprovechar continuamente la creatividad. Es cierto que tendríamos mucho de que hablar o profundizar pero la información aportada en estos más de diez apuntes puede encender nuestro interés por avanzar en el conocimiento de uno de los sistemas de gestión existentes más sólidos y competitivos y su estrecha relación con un recurso tan importante como es la creatividad.

 

No quería acabar este gran módulo de consejos sin exponer las principales dificultades con que nos podemos encontrar para implementar un sistema de creatividad total basado en una cultura Lean.

 

¿Cuáles son las dificultades de fondo más importantes con que nos podemos encontrar? Yo haría mención a dos:

La primera de ellas es que las organizaciones se encuentran con el problema de que a los responsables les cuesta trabajar con el largo plazo, algo esencial para construir un sistema y una cultura lean que dé cabida a una creatividad presente de manera transversal y permanente.

El día a día nos obliga a implementar los sistemas a spring, incompatible con la filosofía que hemos presentado.

También, como segunda dificultad, es que resulta complicado entender en su profundidad el concepto “mejora continua” existiendo una tendencia a alcanzar la calidad puntual y no global. También existe una calidad continua y no puntual en la creatividad. Este concepto nos obliga a detenernos a identificar qué avances metodológicos estamos asumiendo continuamente en nuestro proceso creativo. No se trata de ser simplemente creativos, necesitamos desarrollar un entorno creativo que aporte valor continuamente desde una perspectiva de crecimiento y atención permanente al cambio que nos rodea. Es necesario reflexionar y descubrir cuál es el estilo creativo de nuestra empresa y buscar cómo encajarlo insistentemente en un modelo abierto – me reitero – al cambio.

 

Los directivos, para resolver estos dos problemas, deberían de responder a estas cuestiones con franqueza:

¿Estoy verdaderamente comprometido con una visión a largo plazo de la creatividad que persigue una respuesta continua al cambio o es simplemente responder a una moda, en última instancia, pasajera?

¿Estoy concienciado en que la creatividad es un recurso esencial para empleados y asociados y actuar en consecuencia desarrollando un ecosistema creativo permanente?

 

Merece la pena aprovechar la riqueza que atesoran los sistemas Lean para incorporar la creatividad en nuestro estilo empresarial y con ello convertir a nuestras organizaciones en un proyecto a largo plazo sano, vivo y competitivo.